viernes, 24 de octubre de 2008

Fin de semana en La Molina

25-26 de Octubre










Mi hijo Jesus y su novia Montse montaron una salida para este fin de semana, a la Molina, salida a la que participabamos tambien nosotros, y el hermano y los padres de ella, nuestros consuegros Carlos y Montse. Durante esos dos dias compartimos tiempo, apartamento, comidas y excursiones. Despues de los primeros encuentros en los que nos conocimos nuestros consuegros y nosotros, ésta era la primera salida que hacíamos juntos y que espero no se quede en la primera y única.

La Molina está localizada en La Cerdaña, comarca más occidental de Catalunya en plenos Pirineos, y el hotel en el que nos alojamos es un complejo de apartamentos resort & spa de nueva construccion, situado a pie de pistas de La Molina, aunque en nuestra estancia aún no había nieve, pero lo disfrutamos con unos dias soleados rociados con el frescor de finales de octubre, y sin el agobio de la gente en época de esquiar. El apartamento es un duplex con capacidad hasta 8 personas, cómodo y bien equipado.

(Puigcerdá y Alp)


En nuestros recorridos, conocimos la poblacion de Alp, donde almorzamos antes de llegar al hotel. En el mercadillo de esta poblacion se compraron boniatos, castañas (para hacer asados) y panellets (tipicos panecillos o bocaditos de mazapan con almendra, piñones u otros sabores), y así celebraremos esta noche "la castañada", aprovechando la reunion familiar y anticipandonos al fin de semana que viene (tipico de la vispera de Todos Santos, final de verano, noche de los espiritus familiares, noche de Halloween en version moderna). Antes de comer recorrimos los alrredores donde se dedico un tiempo especial de entretenimiento para el hermano de Montse en un espacio lúdico para niños. Por la tarde, después de comer en Alp visitamos Puigcerda, fundada en 1177 sobre un puig (de los cerdatanos), una ciudad grande, muy poblada y, ademas de con mucha historia, es muy bonita. Visitamos sus calles principales, La torre de la derruida iglesia de Santa Maria, el estanque rodeado de un paseo muy verdoso y arbolado, y donde conseguimos llenarnos de la luz de un precioso atardecer. Antes de cenar en el apartamento cocinando comida traida de Barcelona, dedicamos un tiempo al ocio en la bolera del complejo.


La madrugada del domingo coincidió con el cambio horario, lo que nos permitió alargar una hora el fin de semana durmiendo una hora más. Despues de recoger el equipaje dedicamos el tiempo a recorrer la comarca y visitar algunos lugares de interes.

Aunque nuestra intencion era llegar a los lagos de Malniu de Meranges y Guils, pero pasada la poblacion de Meranges, subimos con coche mientras la carretera lo permitió y luego seguimos por senderos, pero todavía quedaba muy lejos para ir y volver, así que volvimos a Meranges saboreando los bellos paisajes otoñales con sus colores amarillos, ocres y rojos tan espectaculares, observando los valles y montañas de una variada paleta de colores, todavia faltos del blanco de las vieves. Guils y Meranges estan muy juntas, y ésta última es una de las poblaciones más altas de la comarca, un pueblo muy pintoresco que ostenta una iglesia romanica del S. XII. Aquí aprovechamos para comer, conocer el pueblo, sacar las útimas fotos y vídeos en un relajante paseo, y volvimos para Barcelona al caer la tarde.

Un viaje y una estancia para recordar, para volver a allí si se quiere ver más o de disfrutar de la apacibilidad de esos entornos. Un viaje y una estancia que se hace más agradable con buena compañia como la que nos unía y, sobre todo, hay que estar a gusto allí donde estés.




Meranges








Complejo hotelero de La Molina

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